lunes, 18 de julio de 2011

Hipocondríaca de mí

Soy hipocondríaca, sólo los que lo son saben del padecimiento

Me puse a buscar sobre razones por las que en ciertos tiempos padezco con más virulencia, y bueno, encontré esta genialidad en el diccionario del psicoanálisis. Hace 30 años dí Psicoanalítica libre leyendolo durante un verano como Rayuela, y me fue muy bien.

"Para precisar mejor lo que está en cuestión en la hipocondría, puede ser interesante comparar hipocondría e histeria. La histérica da a ver -se da en espectáculoen lo visible. El paciente hipocondríaco, por su parte, da a oír. La histeria, incluso en las formas extremas de conversión, permanece en ese nivel de dar a ver la forma del cuerpo, la piel, la envoltura, mientras que la hipocondría da a oír lo que pasa bajo la piel, bajo la envoltura corporal. La histérica está en la «escena» («la otra escena»: escena del sueño, del fantasma); de ahí la correlación tradicional entre histeria y teatro. Al hipocondríaco, ¿hay que ubicarlo más bien del lado del apuntador? Esto significaría atribuirle un rol demasiado preciso: quizá sería más exacto decir que él es el gran poeta de todos los agujeros del cuerpo, y que cuando ha completado la recorrida por ellos, no para hasta que se hace abrir, o mejor, eventrar."